Nuevo y sellado.
La tristeza fluida de "Goodbye Porkpie Hat" suena como un coro fúnebre que se lanza de cabeza a una celebración de la vida de Lester Young y su flexibilidad improvisatoria, en lugar de su muerte. Y está la explosión funky de "Boogie Stop Shuffle", que alcanza su gloria con el saxo tenor texano de Booker Ervin, envuelto en un tono blusero. Con el índice de emociones capturado, estas canciones explican por qué Mingus es posiblemente el jazzista más relevante para toda una generación. Se balancea, grita, vocifera y da volteretas.