La misma exuberancia oscura hace eco a través de este álbum que los trabajos de esas bandas, con una amplitud que se parece más a una mansión en la playa que a una simple casa. En Teen Dream, la enormidad previamente implicada en las letras y las deliciosas voces de Legrand se hacen realidad, como sintonizar Beach House en toda su frecuencia. La mezcla del dúo de electrónica retro y guitarras resonantes sigue siendo tan onírica y distintiva como siempre; en todo caso, los pequeños toques y silbidos de su caja de ritmos están aún más presentes en la configuración prístina de Teen Dream.