La música de Big Thief, basada en las canciones de Adrianne Lenker, pinta en tonos vívidos "el proceso de aprovechar el dolor, la pérdida y el amor, y al mismo tiempo dejarse llevar, mirarse a los ojos a través de los de otra persona y aceptar la inevitabilidad de la muerte". Masterpiece, el álbum debut de Big Thief, está lleno de personajes y narrativas viscerales, canciones que giran en el espacio de unas pocas palabras. La voz y la guitarra de Adrianne hablan de un rico territorio emocional con gracia y perspicacia. En sus palabras, el disco rastrea "la obra maestra de la existencia, que siempre se está plegando sobre sí misma, las personas intentan conectarse, despertarse y sacudirse el entumecimiento de ciertos puntos de su vida. Las interpretaciones pueden ser impresionistas o surrealistas", pero se basan en cosas simples.